El Informe Anual del Defensor del Pueblo de los Servicios de Ciudadanía e Inmigración para 2021, publicado el 30 de junio de 2021, detalla los «retos sin precedentes» a los que se enfrentan los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de EE.UU. (USCIS), citando presiones financieras y retrasos sustanciales «en solicitudes y peticiones de todo tipo». La adjudicación efectiva a distancia durante el COVID-19 se vio obstaculizada por el cierre temporal de oficinas y «la falta de líneas de productos disponibles para la tramitación electrónica de principio a fin».

Cuando las operaciones del USCIS se reanudaron con una capacidad reducida, la agencia tuvo que gestionar importantes retrasos en las citas en persona que requerían reprogramación. La COVID-19 no hizo sino empeorar los problemas financieros preexistentes del USCIS y «diezmó la financiación de remanentes necesaria para mantener sus operaciones». Los recortes presupuestarios, una norma sobre tasas prohibida por los tribunales y la insuficiencia de ingresos provocan un impacto continuo en los tiempos de tramitación y en las funciones de atención al cliente.

El informe destaca áreas de interés clave, como los problemas persistentes en la emisión de Avisos de Comparecencia, la tramitación de la supresión de condiciones para residentes permanentes condicionales por matrimonio, los retos en el proceso de exención de la prueba de discapacidad médica, las continuas complicaciones en la estrategia digital de USCIS y la administración eficaz de los programas de estudiantes internacionales.

El informe también esboza objetivos clave que ayudarán a la agencia a enfrentarse a los retos sin precedentes mencionados.

Estos objetivos incluyen «la ampliación de las capacidades de presentación y tramitación electrónicas, el aumento de las actividades de divulgación con las partes interesadas y la mejora de la coordinación entre el USCIS y otros organismos gubernamentales.»

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